La ética se divide en tres ramas principales que permiten abordar sus diferentes dimensiones:
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Metaética: Examina el origen y el significado de los conceptos éticos, busca explicar los principios que guian a las decisiones morales.
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Ética normativa: Se enfoca en establecer normas o principios que guíen el comportamiento, tales como teorías sobre el deber y la justicia, determinando lo que es bueno y lo que es malo.
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Ética aplicada: Se ocupa de aplicar los principios éticos en situaciones específicas, abordando problemas como la ética médica, profesional y ambiental.